Por si me muero mañana ya les dejo esto:
Mi Autobiografía
Como recuerdo las mañanas, cuando mi padre Miguel Contreras y mi madre Mery Liriano me levantaban diariamente para cumplir con el colegio, el colegio que fue una parte muy especial en mi niñez, ya que aquí pasé unos momentos divertidos que son inolvidables para mí. Según mi mamá yo amaba la escuela, que cuando llegaba el fin de semana empezaba a dar gritos y gritos, ¡porque me gustaba tanto!
Son pocas las cosas que puedo recordar de aquéllas actividades escolares, pero por lo menos puedo refugiarme en las fotografías que pueden mostrar cosas que mi memoria no pudo guardar.
Mi niñez se vestía de alegría cada 24 de enero, cuando mis padres me celebraban mis cumpleaños. Era algo normal las celebraciones de todos mis cumpleaños y las invitaciones que llegaban a mi casa. Recuerdo todos esos regalos que llenaban la cama de mi mamá y la felicidad que sentía al ver todas esas muñecas y juegos de cocina.
Era frustrante para mí ver que pasaban los años y las muñecas todavía no eran sacadas de su caja y que estaban expuestas sobre un almario llenas de polvo. Pero una de las travesuras que mi hermana Kiara y yo hacíamos era jugar con las muñecas cuando estábamos solas y volverlas a poner en el estado que mi mamá las había dejado.
A penas con 6 años se terminó la vida linda de niña colegiada. Ya fui inscrita en una escuela pública, llamada Instituto Politécnico Parroquial Santa Ana (IPOPSA). Aquí vengo a experimentar varios cambios en mi vida, nuevos niños, profesores y sobretodo nuevas exigencias. Van pasando los años y tanto en la escuela como en mi hogar ciento que todo gira alrededor de mí. Los juegos, las muñecas, los muñequitos, las travesuras formaron parte de mi pasado y llega mi Adolescencia.
Esta es una etapa muy difícil, es donde empieza a cambiar mi vida, pues ya no es lo mismo. Antes yo tenía quien me hiciera prácticamente Todo, ahora tengo que ocuparme yo misma. Nuevas responsabilidades hogareñas y escolares.
Aquí el juego se convirtió aburrido para mí, no es lo mismo. Ahora solo me intereso en conocer la tecnología a través del Internet. La pequeña lulú, los ruglas, los teletubbies, Bob construye fueron parte de mi niñez. He cambiado los muñequitos educativos por las novelas amorosas de cada noche.
A penas el 29 del pasado mes, me celebraron mis 15 años. Algo que esperaba con mucho entusiasmo y que sabía que sería para mí algo inolvidable. Ahora que ya mi memoria llega a su final, que termina su recorrido quiero resaltar que mi sueño es ser una persona triunfadora, una persona independiente y no me exijo ni me planto dinero, sino una vida llena de salud y riquezas moral y físicamente.
Kimberly M Contreras L
27/02/012
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